La Horma del Zapato

Ana quizo utilizar el zapato de María y María el de Ana, ambas en apariencia de pie grande y ancho con talla 38, se los intercambiaron. Ana, se los puso para la fiesta de gala y María para el cumpleaños de su prima. Ana no pudo bailar en toda la noche, los zapatos le ampollaron los pies. María terminó en la guardia con un esguince tras romper el taco. Al fin y al cabo aunque en apariencia la talla era la misma, la realidad era que había medio punto de diferencia.

En esta época te invito a pensar a la maternidad como la horma del zapato. El zapato sos vos y tu hijo el pie, entre ambos tienen que amoldarse para que no hayan desajustes que duelan. A veces hay que usarlos con medias finitas, a veces con medias gruesas y a veces sin media

¿Cómo saberlo? ¿Viendo a la vecina de al lado? No, solo probando uno llega a saber cuál será la mejor manera.

Los medios de comunicación por un lado exige colecho y lactancia exclusiva, por otro lado da el mensaje de la independencia como un super poder pidiendo que los bebes duerman solitos desde que nacen, que se entretengan en el cochecito desde los 4 meses, que caminen para el año, dejen el chupete a los dos y hablen a la perfección y que para los tres no existan más los pañales.

¿Y si tu hijo necesitaba un día más? ¿Y si su momento era mañana? ¿Y si vos no estabas preparada aún para esos cambios y por seguir lo que decía la abuela forzaste un proceso?

¿Cuál es el resultado? Mamás frustradas, angustiadas y ansiosas que copian modelos externos y recetas que no le permiten armar su propia receta y darse cuenta que quizá la talla del zapato que necesitaban eran medio punto más.

Lic. Karina Pintos

Psicóloga Clínica Especialista en Crianza